Todos los que de Cristo se alimentan tienen la fortaleza de Cristo, cuando comulgan con las debidas disposiciones, entonces confortados con ese Pan Sagrado, que estén dispuestos a nunca avergonzarse de ser cristianos.

Todos los que de Cristo se alimentan tienen la fortaleza de Cristo, cuando comulgan con las debidas disposiciones, entonces confortados con ese Pan Sagrado, que estén dispuestos a nunca avergonzarse de ser cristianos.