Diciembre 11, 2012
Felipe de J. Monroy González
• La paleógrafa e historiadora realizó la biografía de la Madre María Amada del Niño Jesús Sánchez Muñoz para la positio de su causa de canonización.
Con la presentación de la positio de la Sierva de Dios Madre María Amada del Niño Jesús Sánchez Muñoz, fundadora de las Misioneras del Sagrado Corazón de Jesús y Santa María de Guadalupe, la candidata a los altares cumple uno de los primeros requisitos que la Congregación para las Causas de los Santos exige en los procesos de beatificación.
La positio es una biografía amplia y concluyente sobre la vida y circunstancias de algún candidato a los altares; requiere un sólido trabajo histórico y es un reto para cualquier historiador o investigador moderno. La maestra en historia, Berenise Bravo Rubio, profesora e investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, realizó junto a las religiosas fundadas por Madre María Amada, esta biografía. La empresa duró casi ocho años y el trabajo concluido lleva por nombre: “De Nobles y Grandes Aspiraciones. Vida y Obra de la Madre María Amada del Niño Jesús Sánchez Muñoz”.
La biografía
La historiadora y la congregación tardaron casi ocho años en realizarla primordialmente por los requisitos que la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos solicita a los postulantes: el estudio histórico debe mostrar el ambiente cultural, social, político y religioso del contexto del candidato; además debe abordar su perfil humano y espiritual; finalmente, el estudio debe estar escrito con un aparato crítico muy sólido.
“El proyecto comenzó en 2004, cuando el maestro Jorge Garibay me comentó sobre la oportunidad de trabajar en la Causa de Canonización de Madre María Amada; causa que oficialmente había sido abierto por el cardenal Norberto Rivera en septiembre de 2003”.
Bravo Rubio se entrevistó con la Madre Nieves y con ella desempeñó un trabajo documental sobre la vida de la Madre María Amada, “fueron cientos de testimonios, cartas, conferencias, crónicas, licencias, etcétera, que durante casi seis años tendría que leer para poder reconstruir la vida de la religiosa”.
Por fortuna, las religiosas misioneras de Guadalupe se dedicaron pacientemente a un ejercicio de compilación y catalogación del material histórico para la biografía de su fundadora: “Hay un archivo ex profeso para la causa de la Madre María Amada, en él han trabajado desde 2004; se han consultado más de cien archivos entre eclesiásticos y municipales para recolectar todos los documentos que hablan de la Madre María Amada y que sirven como testimonio para su postulación en las fases diocesanas y romanas de la Causa de Canonización”.
Además, Bravo Rubio contó con dos vivos testimonios orales de las religiosas que trabajaron con la Madre María Amada.
Así, el libro “De Nobles y Grandes Aspiraciones” sirvió de corpus sólido para la positio presentada ante las autoridades pertinentes para la canonización.
—¿Es un reto para un investigador un trabajo de esta naturaleza?
—Sin duda. Primero porque la biografía debe servir para los peritos de la Sagrada Congregación para las Causas de los Santos como un referente, un punto de partida y un material de consulta en sus indagaciones de la postulación; pero, además, la biografía espera lograr la promoción de la obra, para que aquellos que no conozcan a la persona o la obra que realizó, conozcan con seriedad parte de esa vida.
—¿Es satisfactorio para un profesional el trabajar en una biografía de un candidato a los altares?
—Para mi fue como hacer una nueva tesis, pues exige mucho esfuerzo y rigor. Según lo estipula la propia Congregación para los Santos, la biografía debe estar escrita por profesionales en historia. Y por ello, ya hay muchos historiadores trabajando en estos casos. Por otra parte, sí es muy satisfactorio a nivel personal y profesionalmente. Simplemente por tener oportunidad de acceder y de leer documentos que en otras circunstancias uno no podría hacerlo; y es que como historiadores se suele seguir la pista a la parte política y social, pero entender el contexto espiritual que exige nuevos retos.
La historia
Madre María Amada del Niño Jesús nació en 1895 en Guadalajara, Jalisco; a pesar de que su familia era de pocos recursos, logró estudiar en la Normal Católica de Guadalajara gracias al espíritu de solidaridad, la promoción del bien común y la justicia social que vivía la Iglesia católica tras la publicación de la encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII: “En sus primeros 18 años de vida fue partícipe del espíritu de los católicos por entender, comprender y asumir los preceptos del bien común. Relatamos cómo el padre de la Madre Amada y ella misma enseñaron a los trabajadores de haciendas el catecismo, a leer y a escribir. Desde ese momento ella asume su compromiso en la educación de niños pobres hijos de obreros”.
Posteriormente, la biografía relata su paso por la congregación del Verbo Encarnado enmedio de una ya franca persecución religiosa en México y la fundación de la Compañía, asociación precursora de la Congregación de Misioneras de Guadalupe. De allí en adelante, se cuenta los avatares de esta congregación en su crecimiento y servicio.
El libro está constituido en diez capítulos y los acontecimientos relatados en orden cronológico.
—¿Qué es lo más llamativo de la personalidad de Madre María Amada?
—La intensa vida espiritual que vive y que exige para sus hermanas; la pobreza y las fundaciones que establece, los primeros colegios en zonas obreras, marginadas e indígenas. Su apostolado dedicado primordialmente a los pobres, indígenas, ancianos y niños abandonados con la fundación de escuelas, hospitales, internados y orfanatos. Todo realizado bajo la dificultad propia del tiempo, en la persecución y la inseguridad del reconocimiento jurídico de su fundación. Es una religiosa excepcional; con un carisma especial que tiene para lograr acuerdos con autoridades civiles, por ejemplo: gestiona la construcción de pozos de agua en Ixmiquilpan para las comunidades indígenas y pobres, organiza jornadas de recursos para promover colegios de la zona del mezquital. Además, en ese servicio, me impresiona el trabajo que realizó con dos obispos muy distinguidos en la cuestión social en México: Sergio Méndez Arceo, obispo de Cuernavaca; y con un joven Samuel Ruiz, obispo de Chiapas.